Hernán Cortés nace en Extremadura. Protagoniza la conquista de Méjico a principios del siglo XVI, logrando el sometimiento del imperio Azteca que, bajo el poder de la corona de Castilla pasa a denominarse“Nueva España”.
En su marcha a América toma parte en la campaña contra los caciques haitianos en la isla de La Española, tras la que obtuvo el cargo de escribano público.
Gracias a este nuevo cargo, en 1511 fue nombrado alcalde de Santiago de Cuba y reclutado por el gobernador de Cuba Diego Velázquez quien le quería encomendar la expedición a la península de Yucatán.
Cortés emprendió su viaje a Yucarán sin solicitar la autorización del gobernador, lo que le granjearía su enemistad.
La batalla de Centla acabaría con la conquista de la ciudad de Potonchan, y la fundación de la villa de Santa María de la Victoria.
Entre los regalos ofrecidos por los vencidos se encontraba una mujer conocida como la Malinche, que pasó a llamarse Doña Marina y que sería crucial en la conquista de Méjico por su dominio de las lenguas indígenas y su fidelidad a los españoles. Con ella Cortés tuvo un hijo, Martín.
Tras conquistar Potonchan y fundar la ciudad de Veracruz, Cortés recibe las primeras noticias de la existencia de Tenochtitlán, capital del imperio gobernada por el emperador de los Aztecas, Moctezuma, y que albergaba grandes tesoros.
Fue entonces cuando es nombrado por sus soldados capitán general para someterse al Rey Carlos I y no al gobernador de Cuba, quien no reconocía su autoridad. Cortés envía joyas y tesoros de estas tierras para apoyar su causa ante el monarca.
Por lo que para evitar deserciones manda desmantelar el resto de sus naves, de ahí el dicho de “quemar las naves” como sinónimo de no volverse atrás.
La primera alianza de los españoles fue con la cultura Totonaca, que aportó 1300 guerreros a sus tropas. Más tarde se consigue el apoyo de los tlascaltecas quienes odiaban a los aztecas por los sacrificios humanos que perpetraban contra ellos.
Finalmente, el contingente español y sus aliados consiguen una gran victoria en la ciudad de Cholula aliada de los aztecas.
Se dice que cuando Moctezuma vio a Cortés y a sus tropas pensó que se cumplía la profecía: “Del Este vendrán hombres blancos y barbudos enviados del Dios Quetzalcóatl”.
Moctezuma recibió a Cortés sin resistencia, pero fue tomado como rehén por el recelo de los españoles de poder ser asesinados. Poco después, se producen dos importantes acontecimientos: la batalla de Nautla entre los Mexicas y Juan de Escalante –donde este último resultó muerto-, y el envío por parte del gobernador de Cuba de tropas al mando de Pánfilo de Narváez, a las que Cortés atrae para sí.
Ante la sospecha de una rebelión de los Mexicas contra los españoles se produjo la matanza de Tóxcatl, tras la que los españoles se refugian en el Palacio de Axayácatl y Moctezuma, tratando de calmar los ánimos de sus súbditos, fue lapidado y muerto por estos.
Ante esta situación, Cortés y sus soldados abandonan la ciudad en la conocida como “Noche triste”; cuando fueron perseguidos hasta Otumba, lugar donde los españoles plantaron cara a los Aztecas hasta derrotarlos.
Tras esto, Cortés reorganizó la conquista de Tenochtitlan llevando a Veracruz toda la artillería y armamento del que disponían y constuye bergantines para combatir en la laguna. Su estrategia de ataque comenzó cortando los suministros de agua dulce de la ciudad y, tras varios meses de confrontación, el 13 de agosto de 1521 el caudillo Cuauhtémoc es capturado y la ciudad de Tenochtitlán, hoy Ciudad de Méjico, es finalmente conquistada.